FUTURO PROXIMO
El sujeto que está en la cafetería del consulado uruguayo, bebiendo un café frapuccino bien cargado, unos dulces regionales y un buen tabaco no es nada menos que un poeta, claro, no es conocido, pero a fin de cuentas es un poeta, lleva tatuada en la mano derecha, justo en la contra palma de su mano un tatuaje de tres escritores magnánimos, tres iconos de la literatura hispanoamericana, Benedetti, Cortázar y Borges, exactamente con esa diestra lleva culminando una de sus obras, está a punto de ponerle la palabra final, que debe ser escogida con tino y sabiduría. Y con la otra mano donde lleva tatuado a Ribeyro, a Vallejo, y a Arguedas coge un tabaco ya casi consumido. El sujeto tose dos veces, bebe un sorbo del café caliente, se rasca la cabeza y piensa. Una ventisca pequeña mueve sus hojas y también sus mostachos que le dan un sabor a madurez, claro que al colofón de la madurez no se puede llegar, pero cada pelo, que se asemeja a una cerda dura de un cepillo, parece titilar con tan solo un soplido del dios de los vientos. Ay Dios mío Dios mío – piensa el fulano- por fin he acabado m última obra. Ya puedo morirme con mis ochenta y ocho años quizá bien vividos. Para escribir su última obra que lleva el nombre de “Mi Letra Inventada” ha recorrido por los callejones de Buenos Aires, Montevideo, Paris, Lima y Andahuaylas. Arregla sus hojas y lo adjunta en un portafolio, paga la cuenta y camina hacia un callejón desolado, y se para en medio del camino, es de noche y la sombra de su cuerpo crece con la luz del único farol que apenas brilla. Y como él no puede haber escogido morir antes, de un infarto, de leucemia, de tristeza, de ceguera, de cáncer al pulmón, pues lo único que se le ocurre es rendirle un homenaje a su compatriota José María Arguedas y PUM! PUM! Cae al suelo con el ceso destrozado. Todo parece ficciones, pero de seguro tendrá lugar para el bestiario, o quizás sea una alienación, pero no cabe duda que siempre es testigo de uno mismo y que todas las sangres quedaran en el suelo de aquel callejón con un charco de culpa en la mirada.
chayane es nuestro patente... muy bueno amigo blz
ResponderEliminarPor supuesto que chayane es nuetra patente. La metafora del tatuaje del autor es muy buena, yo tengo algunos tatuados pero solo en una mano porque no soy ambidiestro.
ResponderEliminarsi le haces click al chayane se sube y da vueltas xD
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