LA CAPERUCITA FEROZ Y EL LOBO ROJO
A los cuentos de cabezera de Hitler
Madrugada en el bosque.
Llevaba una docena de manzanas en la canastilla. Comenzo a caminar, sin miedo a nada. Llegada la mañana se vio sumergida entre una encrucijada. Si escoger el camino derecho, izquierdo o el del centro. Trato de no armarse burbujas explosivas en la mente y opto por el que estaba mas cerca a sus pies. El del centro. Siguio el rumbo, no tan cierto. El abrumador sol le caía en la frente, estaba sudando, con hambre y sed. Llevaba un cuchillo en el bolsillo felizmente. Comenzo a creer que se perdería. Evito la tentación y guardo el arma blanca. LLegó la noche. Escuchó el aullido del lobo. Que desde lejos la obserbava. Quiso espantarla, pero ella desenvaino el cuchillo hacia la luz de la luna, y el que terminó huyendo fue el lobo. Se escondio entre los arboles y comenzo a mirarla fijamente. Ella pensó que su abuela le perdonaría si faltaba una manzana. La peló y entonces se la comió con muchas ganas. No se controló y finalmente se acabo todo. Ya la canasta estaba sola, vacía, inservible para el instante. Se quedó dormida una hora, despertó por que comenzó a llover cada vez más fuerte. Caminó. Pensó en regresar, y cuando ya lo iba a hacer, se fijó en una cabaña, era la de su abuela. Los truenos amenazaron y ella corrio hacia la guarida. Tocó la puerta.
El lobo era-sorpresivamente- la mascota preferida de la abuela. Lo dejó a cargo de la casa por que se fue de viaje a un pueblo cercano del bosque para comprar artefactos de fabricación local.
El lobo al escuchar la voz, se espantó estaba echado en la cama, escuchando la radio. Saltó. Se asomó despacio a la ventana. Vio que era la caperucita. Entonces quiso hacer la travesura que se le vino en mente, en fin no sería tan malo, y además nadie se salva de un susto del lobo.
Pasa hijita respondieron de adentro
Ella empujó la puerta. Vio a su abuela tapada con la colcha. Se le asomó. Se desnudó. Se envolvio con una manta. El lobo sintió una sensación de intriga. Mientras se le acercaba, notó que algo andaba mal. Era el lobo. Entonces hizo las preguntas respectivas del cuento. Tampoco quería malograr la historia que tantas generaciones de niños la habían escuchado.
Abuela ¿Por que tienes la orejas ta grandes?
Es para escucharte mejor.
Abuela ¿Por que tienes los ojos tan grandes?
Es para verte mejor.
Abuela ¿Por que tienes las orejas tan grandes?
Es para oirte mejor.
Abuela ¿Por que tienes la boca tan grande?
Es para hablarte mejor.
Ya no hubo más ceustionamiento. Se escucharon algunos pasos. Era la caperucita que retrocedía hacia su vestido. No hizo nada más que recordar a su abuela y llenarse de nostalgia. Luego regresó y el lobo se heló. Tratamudeando le pregunto:
Que vas hacer ¿Para que tienes eso?
No te apresures lobo, es simplemente para matarte mejor.
Madrugada en el bosque.
Llevaba una docena de manzanas en la canastilla. Comenzo a caminar, sin miedo a nada. Llegada la mañana se vio sumergida entre una encrucijada. Si escoger el camino derecho, izquierdo o el del centro. Trato de no armarse burbujas explosivas en la mente y opto por el que estaba mas cerca a sus pies. El del centro. Siguio el rumbo, no tan cierto. El abrumador sol le caía en la frente, estaba sudando, con hambre y sed. Llevaba un cuchillo en el bolsillo felizmente. Comenzo a creer que se perdería. Evito la tentación y guardo el arma blanca. LLegó la noche. Escuchó el aullido del lobo. Que desde lejos la obserbava. Quiso espantarla, pero ella desenvaino el cuchillo hacia la luz de la luna, y el que terminó huyendo fue el lobo. Se escondio entre los arboles y comenzo a mirarla fijamente. Ella pensó que su abuela le perdonaría si faltaba una manzana. La peló y entonces se la comió con muchas ganas. No se controló y finalmente se acabo todo. Ya la canasta estaba sola, vacía, inservible para el instante. Se quedó dormida una hora, despertó por que comenzó a llover cada vez más fuerte. Caminó. Pensó en regresar, y cuando ya lo iba a hacer, se fijó en una cabaña, era la de su abuela. Los truenos amenazaron y ella corrio hacia la guarida. Tocó la puerta.
El lobo era-sorpresivamente- la mascota preferida de la abuela. Lo dejó a cargo de la casa por que se fue de viaje a un pueblo cercano del bosque para comprar artefactos de fabricación local.
El lobo al escuchar la voz, se espantó estaba echado en la cama, escuchando la radio. Saltó. Se asomó despacio a la ventana. Vio que era la caperucita. Entonces quiso hacer la travesura que se le vino en mente, en fin no sería tan malo, y además nadie se salva de un susto del lobo.
Pasa hijita respondieron de adentro
Ella empujó la puerta. Vio a su abuela tapada con la colcha. Se le asomó. Se desnudó. Se envolvio con una manta. El lobo sintió una sensación de intriga. Mientras se le acercaba, notó que algo andaba mal. Era el lobo. Entonces hizo las preguntas respectivas del cuento. Tampoco quería malograr la historia que tantas generaciones de niños la habían escuchado.
Abuela ¿Por que tienes la orejas ta grandes?
Es para escucharte mejor.
Abuela ¿Por que tienes los ojos tan grandes?
Es para verte mejor.
Abuela ¿Por que tienes las orejas tan grandes?
Es para oirte mejor.
Abuela ¿Por que tienes la boca tan grande?
Es para hablarte mejor.
Ya no hubo más ceustionamiento. Se escucharon algunos pasos. Era la caperucita que retrocedía hacia su vestido. No hizo nada más que recordar a su abuela y llenarse de nostalgia. Luego regresó y el lobo se heló. Tratamudeando le pregunto:
Que vas hacer ¿Para que tienes eso?
No te apresures lobo, es simplemente para matarte mejor.
Siguiendo el ejemplo del que yace en Ginebra
ResponderEliminarquien es el qe yace en ginebra? muy bueno el cuento pero tu forma de escribir no me cabe mucho u.u como qe estan buenas las palabras qe usas pero como qe achicas en texto y vas muy rapido pero esta muy buena la idea del texto
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