jueves, 29 de enero de 2009

AMOR NO ES ALGO TUYO (El país de los deformes)
6:08 p. m.

AMOR NO ES ALGO TUYO (El país de los deformes)




Y…
Un fluido de luz te cegara.


La camisa se quedo adherida a mi cuerpo, el calor era tortuoso, la espalda se me había humedecido con el sudor, las gotas saladas de mi frente se estampaban contra el suelo. Pensé que la caminata en forma de auto castigo era un método infalible para este mediodía doloroso. Entonces comencé a caminar hacia mi casa.

La avenida aviación se proyectaba como un horizonte lejano. Me pare en la esquina, espere que la luz del semáforo cambiara. La congeladora de enfrente no dejaba de serme provocativa, era una botella de agua mineral, que al igual que yo sudaba, pero de frío. No dude en comprarla, se habían formado pequeños pedazos de hielo en el interior. Comprimí mi cansancio y mi sed con una prodigiosa cantidad de agua. Espere a que terminara de descongelarse y según caminando. Entre el bullicio, y el fétido ambiente que dejaban los micros al pasar.

Saqué un trozo de papel higiénico me limpie la frente y enseguida pude suspirar. Estaba en el parque cercano a mi casa. Como a dos cuadras. Los labios se me habían endurecido. Compre otra botella de agua. Me eche en el pasto, mis pies querían descansar. Había caminado dos horas y media. Me relaje, lleno de verdor, moví mi cabeza como táctica de relajación. Observe el cielo inspirado y cerré los ojos.

De pronto el viento movió la falda de ella, que pasaba. Atónito, me tomaron de sorpresa. Aumentó el calor. Sus senos se dibujaban voluminosos entre su vestido. La gota de sudor que corría por entre la mediatriz de su cuerpo me sedujo. Y esos lentes que cubrían sus ojos me reflejaron a lo lejos. Mi sudor quiso alcanzar al suyo. Me despabilé. La miré, subió a un taxi, y no pude contener el aliento. Corrí a casa. Almorcé y se me olvido todo con un leve descanso.

Entre a la ducha. Me refresque. Me imagine como una de esas botellas de agua que había tomado hoy. Salí con la mente despierta.

Un rostro cualquiera adquirirá tu dulzura, tu coherencia, tu belleza, en fin tu sonrisa. Los pasos que me dejaste se irán perdiendo por los ojos, el horizonte nostálgico se habrá llenado ya. Mediáticas palabras que intentaran timar tu pulcritud.

Caliente dormiré.

Y…
Amanecerás desnudo con ella en la cama.
SENSITIVO

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