sábado, 6 de junio de 2009

BIENAVENTURADA
8:22 a. m.

BIENAVENTURADA


Ella se desperto de inmediato, asustada por la lluvia intenpestiva que caia sobre el techo de calamina de su casa. Apurada cogio un par de baldes viejos y trato de parar la gotera que se avesinaba cada vez con mas fuerza. Las gotas caian sin delicadeza, alguna de ellas cayo sobre su cara, tenìan olor a viejo pueblo, a arena colonial, a nostalgia viva. Se comenzo a formar barro en la casa. Al final no pudo controlar la situacion y su casa termino echa un desastre. Ella lloro y sus lagrimas parecian la lluvia desalmada, estaba cansada, fatigada de llevar una supervivencia extrema.


Se paso medio dia arreglando todo el desastre que habia formado la lluvia. Se puso una gorra y salio a trabajar. Todavía garuaba. Subio a los micros a vender caramelos. A veces le compraban a veces no, eso le preocupaba, apenas y le alcanzaba para comer. Ella era delgada y bonita, ella era un cuento escrito, una vida forme que nunca variaria. Su trabajo era digno y siempre trataba de estar feliz. En algunos casos decia que la felicidad mas grata era la risa de la tristeza, por eso siempre sonreia, y su sonrisa dibujaba junto con el sol y la playa un atardecer exquisito.


Vivia cerca al mar. Le gustaba el mar y el sonido de los pajaros anunciando la mañana. Le gustaban los pajaros, por que reflejaban felicidad. Le gustaba la felicidad por que reflejaba vida. Y le gustaba la vida por que era de Dios.


Eran dias de crisis, días en los cuales no había almorzado, se sentía debil y desvanecio, cerca a casa, en una noche de frio.


Desperto en un centro de salud. El medico le dio de alta avizandole que es lo que padecía. Ella, como no era una piedra, tuvo ganas de llorar, se contuvo y se acordo de que siempre tenia que ser feliz.


Paso el tiempo, los meses, las semanas, los días y ella siguio vendiendo caramelos. Ella siguio siendo feliz en medio de su tristeza. Eso era lo mas valorable, algo que no podía depurarse.


...


Era lunes y se desperto temprano, ya comenzaba a perder mas fuerzas. Se fue a su pequeña repisa, se vio al espejo, y dijo con expresion de alegria: !Que bien, hoy solo tendre que hacerme una raya al medio! . Al dia siguiente con la misma expresion: !Que bien, hoy solo tendre que hacerme dos colitas!. Al dia siguiente con la caracteristica comun: ! Que bien, hoy solo tendre que hacerme una colita!. Al dia siguiente mas feliz aún dijo: !Que bien, hoy no tendre que peinarme!, se puso la gorra y salio a trabajar con un optimismo usual.


Ella era sonrisa, alegría y ... todo...

"Nunca mueras de cancer a la felicidad" E.A.A.A

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