sábado, 26 de septiembre de 2009

EL LID DE LA BESTIAS
9:48 p. m.

EL LID DE LA BESTIAS


La bestia siguio su camino. Tenia la frente erguida y esta dispuesto a todo para cobrar venganza. No podía tolerar que su esposa "La bestia mas hermosa" lo haya engañado con el sinverguenza bestia inmunda del lechero que llevaba cada día a su casa la leche extraida de los seños humanos. Esta leche era muy valiosa, ya que sacarle leche a un humano, en este caso al las mujeres que eran las unicas que producian la leche mas sana de toda la tierra era todo un trabajo, primero, La bestia ganadero tenía que domesticar a la mujer y poco a poco ir enseñandole a que se vuelva docil ante cualquier extracción de leche, aunque al inicio era extraño y complicado, terminaban por acceder y volverse muy domesticables.


Maldito jijuna ya vas a ver quien es el macho mas macho - se dijo entre si la bestia. Iba en un Wolks Vagen plomo a ciento ochenta por hora esquivando a todos los autos en al ruta Javier Prado- La Molina. Su celular comenzó a vibrar, era un mensaje de su esposa pidiendole perdón, pero la bestia estaba enfurecido dispuesto a matar, llevaba bajo su cinto dos pistolas, una calibre veintidos y la otra calibre treintiseis.


La ruta se le hizo larga a pesar de que iba presuroso. Su presunta victima estaba en su casa, dsifrutando de la compañía de su humano mascota, dicen que estos humano mascotas son los mejores amigos de las bestias.


Todo parecía un sueño pero en realidad no lo era, La Bestia era simplemente la Bestia y estaba enfurecido por que habian puetso en tela de juicio su virilidad de macho. La bestia desde pequeño siempre hab ia sido torpe, tuvo pocas relaciones serias con las bestias de su promoción, hasta que un día se enamoro de la bestia mas hermosa y se casaron a los pocos meses de convivencia. Los primeros meses de su matrimonio fueron muy buenos, hasta que su bestia se harto de no verlo nunca por que su marido estaba todo el dia en el trabajo y busco satisfacer sus deseos sexuales en el maldito hijoeputa del lechero. Tanto amor y no poder hacer nada contra la ireverencia de haberle puetso los cuernos. La bestia era tan comprometido con su chamba, que todos los días paraba en la oficina, partiendose el lomo para que su maldita mujer se dedicara a mover el cuerpo en la cama con un miserable e insignificante lechero, que no hacia mas que tocarle los senos a las mujeres todos los dias para sacarles leche y venderlas a todas las esposas bien ubicadas de las bestias. Sabe solo Dios si este lechero tambien se iba a la cama con todas ellas.


El lechero almorzaba una recien calentada parrilla de humano en salsa de aji. Se relamia los dedos y gritaba de emoción por el fuerte extasis que le provocaba este elemento en la punta de la lengua. Pero el lechero no sabía que iba a morir, el lechero no sabía que esa era su ultima cena al cosatdo de su humano domesticado que se llama Bobby. Su fiel amigo Bobby que tambien comía pero los huesos que el lechero dejaba. Bobby tampoco sabia que su dueño iba a morir bajo las manos de la bestia furibunda que venía con el VW plomo a ciento ochenta por hora. Nadie sabia nada, solo seguian con sus vidas de holgazaneria. Veían la televisión las caricaturas del Coyote y el correcaminos que eran dos bestias, uno mas rapido que el otro, que se perseguian.


La bestia llego a la puerta de la casa del lechero. Se tumbó la puerta con un balazo. Pero nadie vino a confrontarlo. Siguió su camino hasta que se detuvo por que la pendeja alrma de su VW estab sonando. Lo tuvo que apagar y seguir caminando. A lo lejos diviso a la bestia lechero viendo la televisión muy comodamente. Sacó su arma y se le acerco con premura. El lechero se asutó al ver el arma.


- Quien mierda eres?

- El que viene a matarte jijuna maldito

- Aguanta compare, quien te has creido pa entrar a mi casa asi.


El lechero hizo un leve movimiento y se lanzó contra la bestia. Las dos bestias estaban luchando, forcejeando el arma, una furia de bestias indomables, dos zarpasos peleando por una mujer que no balia ni un centavo, la belleza externa que solo complace al placer no vale nada. Entonces las bestias se dieron miles de vueltas en el piso. El humano domesticado comía su hueso en el patio trasero, no se habia ni enterado de nada, aparte no podia enterarse por que los humanos como él no pensaban, solo las bestias tenían esa dicha, esa era la gran diferencia entre esos seres vivos.

Mientras forcejeaban las balas se escapaban y hacia trizas algunos vidrios y perforaban los triplays de algunas paredes. En eso cuando solo quedaba una bala forcejearon con mas fuerza. La bestia se puso encima de la otra bestia "El lechero" y disparo como pudo. La sangre comenso a discurrir como un caño abierto. Alguien habia sido herido de muerte.


El lechero estaba tendido en el piso desangrandose lentamente. Agonizando como cuando estaba apunto de eyacular en plena fornicación. La bestia se paró y le dijo: Maldito jijuna, muere hijoeputa, esto es para que aprendas a saber quien manda aqui. El lechero quiso decir algo, pero la bestia le escupió en la cara y lo asfixio con su zapato en la cara. Todo había acabado ahora tenía que escapar.


Pero no todo era facil, el humano domesticado llegó al lugar de lo hechos asustado por lo tiros, al ver la escena de su amo tendido sobre el suelo, y a la bestia desconocida gobernando en esa tierra de nadie, comenzó a ladrar y se avalancho contra el braso de la bestia. Ambos forcejearon un buen instante, hasta que la bestai logró tomar el arma de su cinto le dio un disparo que le reventó el ceso al humano domesticado.


La bestia salió de la escena de caza victorioso. Había ganado, con el brazo herido - expuesta al aire libre- abrio la puerta de su flamante VW plomo y conducio despacio hacia su casa. Ya en su apocento se puso alcohol en la herida y se la amarro con un amasijo de cuerdas, se la apreto bien para que dejara de sangrar. Se sentó a aesperar a su esposa, con la arma en mano.


La puerta se abrio, fue ahi donde tambien la bala con el silenciador activado se disparo y le destrozó,a su bestia hermosa,el pecho. La Bestia llevó el cuerpo al cuarto de servicio. Ya en la madrugada veria que hacia con la difunta. Se echo en la cama y cansado se puso a dormir.


Pero la bestia no sabía que también iba a morir él. El humano domesticado tenía rabia y era inevitable que la bestia a medianoche convulsionara y llegara su fin, como si la muerte le dijera: Maldito, tu no te me escapas, ya me enviaste dos muertitos, ahora contigo son tres. La bestia votó espuma por la boca y termino por morir lentamente en la cama, los efectos bucales del humano domesticado habia hecho estragos y no habia quedado mas nada que la muerte.
El lid de las bestias había concluido. La muerte podia apagar su lampara y dormir tranquila esa noche.

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