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AMORIR

Soy un proletario mas de la vida. Llevo gente, la dejo en el sitio referido y luego me regreso. De esta gente no se más nada, ellos hacen su vida y comienzan su trabajo. A mi me pagan por llevarlos. A mi no me gusta manejar ni un carro del año, me es estresante, pero tengo que hacerlo, todo sea por el trabajo. Me paro en una de las esquinas desoladas de Lima -de noche- recluto algunas personas que quieran mi servicios y ya tengo para el pan.

Hoy quiero escribir esto, por que justamente hoy dejaré de manejar carros. Justamnete hoy llevo sobre mi cuello unas cadenas de plata, hoy maneja mi chofer, en un carro que más parece una nave del futuro, por que justamente hoy han reconocido mi "bello y esforzado" trabajo.

Hoy soy uno de esos de la calle, soy un humano y no creo que por eso me hallan premiado. Lo que pasa es que a partir de hoy soy un vetusto en el trabajo y finalmente estoy triste, me he dado cuenta que la tristesa no se gana ni se pierde, la tristesa es mas bien nuestra compañía fidedigna.

Amiga, dondequiera que estes, me preguntare que hago yo cuando un domingo es por la tarde y un sentido de amor pregunta donde estas y no se haya respuesta, la soledad se hace carnivora y nos devora, dondequiera que estes, mi dinero no podra ya devolverte a la vida y más bien quiero ir al encuentro contigo, pero de que manera si aun soy ese joven novato que piensa que la vida es facil y que el narcotrafico me lo va dar todo...